Friday, April 17, 2009

Negación



Ese no fue el último beso que te di,

no nos despedimos sin saberlo

en mi puerta, de esa manera

despreocupada.

Yo reparo mil veces

los muchos besos

que nos faltó darnos,

las noches abrazados que no tuvimos,

tus palabras quebradas

en la puerta de salida

camino hacia el avión, que no escuché.

Quiero cortar el cordón umbilical

que me ata a ti,

pero no hay fuerza capaz

de despegarme del dolor infinito

de extrañarte tanto,

a fuerza de hacerme daño.

En mi cama se siente

el aire recorriendo

el vacío nauseabundo

de tu silueta,

la oscuridad que ha quedado

luego del brillo de tus ojos

me ha dejado la cara menguada

y el espíritu deshecho, en jirones.

Amor, cuánto te extraño,

de esta forma obstinada

y perdurable de silencio y naufragio.

En mis ojos cerrados aún me abrazas,

aún eres dulce y protector,

todavía me miras con ternura.

A veces me pregunto si te imaginé

esa mirada de amor,

si en vedad me quisiste;

pero aprieto los párpados

y viene la sensación de tenerte,

el bienestar de sentirte junto a mí,

tus palabras ciertas, o no,

son las que quiero oír,

y te mantengo en mi recuerdo

fresco y abril.

Paola C.

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