Debes estar dormido en este momento,
es tarde,
y yo sigo aquí con el hueco profundo
de la ausencia de tu cuerpo entre mis brazos,
con el silencio del timbre del teléfono,
con el vacío de tu voz que no escuché hoy.
Y pienso, y me enloquece
imaginar entre qué sábanas
se enredaron tus pies,
tus manos a quién tocaron,
tus miradas sobre quién caminaron.
No quiero pelear más contigo,
pero de mi interior surge un grito
¡FIGHT! ¡FIGHT! ¡FIGHT!
y ya no puedo controlarlo.
Y te extraño todo el día,
y me siento triste y desconfiada
porque temo no ser suficiente para ti
lo que me hace no poder confiar en ti,
porque tengo la sensación
de que alguien vendrá y te arrebatará
de mis brazos.
Hoy me siento sola y nostálgica,
y no sé por qué presiento
la lluvia de los días
que los que amas no regresan más.